¡POR FIN! Después de muchos meses “de picar mucha piedra” como muy bien decía mi entrenador Xevi Estragués, PRIMER DÍA que convivo SIN MIEDO con la sensación de las manos resbalando por la barra (… o sea, el miedo a caer).
Y por primera vez finalizo el ejercicio con una SONRISA DE SATISFACCIÓN TOTAL de… “¡¡ole, ole y ole!!” y no un suspiro de alivio de… “buff, por fin…”.
Me reafirmo en lo que siempre digo a mis alumnos: “el aprendizaje no tiene atajos ni misterios”; “se aprende por repetición: repetir, repetir, repetir”; “la práctica hace al Maestro”. 1% de inspiración y 99% de transpiración. Pues eso. El deporte es una de las mejores evidencias. Queda dicho.