En septiembre de 1991 empezaba a trabajar como maestra. Han transcurrido 25 AÑOS… ¡¡¡MIS BODAS DE PLATA COMO DOCENTE Y TUTORA!!! Vocacional de los pies a la cabeza, la vida me regaló la oportunidad de convertir mi pasión en mi profesión. Y así… hasta hoy.
Feliz de HACER lo que es coherente con quien quiero SER. Empecé como maestra de Primaria, continué con Secundaria y Bachillerato, proseguí con la formación de docentes y familias, y actualmente compagino mi trabajo en la Universidad y en el mundo empresarial como formadora y coach. Mis alumnos han ido creciendo conmigo. Yo me he ido haciendo mayor y mis alumnos… ¡también!
Dedico estos 25 años, sin lugar a dudas, a todos los alumnos y coachees a quienes he tenido la suerte de acompañar a lo largo de todo este tiempo. Gracias por hacerme crecer como profesional y como persona. Soy como soy, gracias a todos vosotros.
Algunos me llaman maestra (confieso que a veces la palabra era “señorita” o “señorita Obiols”… buff…), otros profesora (o profe), otros doctora, otros, simplemente, Meritxell. A la vez, unos me llaman tutora y otros coach. Qué más da… son palabras con un mismo origen y una única meta: diferentes maneras de decir que acompaño a personas durante una parte de sus vidas para facilitar que crezcan y sean mejores. No se puede tener un trabajo más maravilloso. Así de sencillo.