Este verano, parece que va de bodas… esta vez, fue mi muy querida amiga del alma, la Dra. Jackie González, profesora de la UDEM (Universidad de Monterrey, México).
A Jackie la conocí en Barcelona cuando vino con sus alumnas y alumnos a la Universidad de Barcelona para un curso de verano. Y de colegas, pasamos a ser amigas. Cosas que pasan… Me invitó a su universidad, donde viví una experiencia extraordinaria y lo que parecía que acabaría siendo una amistad perecedera, se perpetuó en el tiempo gracias a los medios tecnológicos y a un catalán del que se enamoraría en Monterrey, Benet, todo un señor y un caballero… Hasta que decidieron casarse…
Este mes de julio se casaron en Barcelona y Jackie me pidió que preparara un escrito como amiga de la novia. Este rol nunca me había “tocado”… pensaba que esto sólo lo hacía el padrino de la pareja…
Fui pensando durante muchos días qué podía explicar que fuera apropiado en una boda y, finalmente, el día antes (… sí, Jackie, aunque te horrorice pensarlo porque eres la mujer más planificadora y previsora del mundo y me avisaste meses antes, ¡no puse ni una letra sobre el papel hasta el día antes de tu boda…!). Y fluyó. Disfruté escribiendo, como hacía mucho tiempo que no lo hacía.
Porque ya no hablaba de las emociones desde un punto de vista profesional. ¡Hablaba de las mías! De las emociones compartidas contigo durante estos años. Y hablaba de una maravillosa mujer que forma parte de mi vida y a quien quiero tanto como admiro. Y hablaba de la historia de una amistad (¡la nuestra!) y de una historia de amor: la de Jackie y Benet, la vuestra. Y fue tan bonito escribir a título personal y poderlo compartir con los demás… ¡Ya no me acordaba de lo mucho que me gusta escribir así!
A todo eso, sumado un entorno emblemático de Barcelona, mi ciudad: el Saló de Cent. El Saló de Cent, una sala del siglo XIV donde se reune el pleno del Ajuntament de Barcelona y donde antiguamente se reunía el Consell de Cent, los 100 hombres más importantes de Barcelona. En este entorno solemne e histórico tuve la oportunidad de compartir este escrito para conmemorar la boda de mi querida amiga Jackie y su amado esposo, Benet.
¡Brindo por vuestro amor y vuestra felicidad, amiga mía!