En una de las empresas con las con las que trabajo, una empresa del sector farmacéutico, nos hemos encontrado con una renovación total del Equipo de Producción. Esto, que podría haber sido un problema por el cambio radical que supone para la empresa en cuanto a la pérdida de conocimiento y de sinergias, se ha convertido en una gran oportunidad de crecimiento e integración.
En un equipo de personas que previamente no se conocían de nada y que entraban nuevos en la empresa, con unas historias y pasados diferentes, a través de un programa de formación y coaching para fomentar el trabajo en equipo, conseguimos que ya durante las sesiones se creara un clima de confianza para poder hablar y compartir, poder descubrirse entre ellos y conocerse en profundidad y de esta manera, de un grupo de personas desconocidas, generar un equipo cohesionado y comunicado.
Este tipo de equipos es difícil de crear en una dinámica del día a día, porque a pesar de pasar mucho tiempo juntos, las tareas diarias se llevan la mayor parte del tiempo y no se tiende a compartir un espacio de confianza y comunicación.
Es bonito descubrir que el Programa de Trabajo en Equipo que he desarrollado con ellos ha facilitado y acelerado el proceso de integración de este equipo y ha conseguido resultados positivos en un tiempo récord, tal como el equipo y el propio Director de Producción me han transmitido.
A veces, una pequeña ayuda externa puede ser el empujón que necesitas para que las cosas empiecen a funcionar.