Carlos Alcaraz es el fenómeno de las últimas semanas. Él mismo admite que que tiene muchas cualidades innatas que le han ayudado a llegar a ser el número 2 del tenis mundial a una edad tan temprana. Sin embargo, ha necesitado de apoyo profesional para conseguir su fortaleza mental.
Rosa Bielsa, profesora en la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte de la Universidad Europea, afirma que los mejores tenistas destacan porque tienen las siguientes cualidades:
· Personales: talento innato, trabajador, disciplinado, con espíritu de lucha, buen estilo de vida, deseo de ser mejor, deseo de tener éxito, de ser el mejor, satisfacción por entrenar, jugar y competir.
· Mentales: fortaleza, automotivación, autoconfianza, concentración, buen temperamento.
· Físicas: fuertes, veloces, ágiles, resistentes y flexibles.
· Técnicas: técnica perfecta de los golpes, definitivos, consistentes y seguros, buena coordinación de movimientos durante el gesto.
· Tácticas: conocimiento táctico, analizar bien cada situación de juego y aplicar sistemas, pensamiento lógico, improvisación y adaptación.
De la misma forma, en el ámbito empresarial, los directivos y directivas también requieren de cualidades específicas, la mayoría de las cuales coinciden con las que necesita un deportista de élite, sobre todo las personales, mentales y tácticas, y tiene al menos que “estar en forma” en las físicas y técnicas.
Carlos Alcaraz afirma “Para mí el tenis es algo casi puramente mental. Al final, estás tú allí solo en la pista, y eres tú y solo tú quien tiene que sobreponerse a los problemas y saber encontrar soluciones.”
Para ello, Alcaraz trabaja con una coach desde hace 3 años para encontrar solución a los problemas que van emergiendo. Por ejemplo, orientando la motivación hacia el rendimiento, en lo que tiene que hacer para ganar, en que se concentre en lo que depende exclusivamente de él, porque en un deporte de oposición, como es el tenis, su rival tiene idénticas aspiraciones, por lo que no puede asumir responsabilidades que no dependen de él y le generan estrés.
Lo mismo sucede en el caso de los directivos, que tienen que dirigir en soledad, tomar decisiones estratégicas que dependen solo de ellos, sobreponerse a las dificultades y enfocarse en las soluciones y no en los problemas.
Para ello, el acompañamiento de un coach facilita un espacio y un tiempo para poder afrontar estos retos de forma más objetiva y neutral, tomar decisiones al respecto y contar con el seguimiento de la puesta en práctica de dichas soluciones.
Desde mi experiencia trabajando tanto con deportistas de competición como con directivos, encuentro infinitas similitudes en ambos campos y me encanta acompañarlos en sus retos. De cara a la próxima temporada, y ante los nuevos retos que se plantean, quizás deberías plantearte un acompañamiento y, para ello, estaré encantada de ayudarte.